Capitulo II : Recuerdos
Rose puso el cuerpo inmóvil de Alan en la parte de atrás del coche y se dispuso a ir al sitio donde tenían planeado ir, estaba siendo una noche muy larga, habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo y lo peor de todo es que no le encontraba un sentido lógico a todo lo ocurrido. Ella creía que se estaba volviendo loca o que simplemente estaba sufriendo una especie de pesadilla de la cual no se podía despertar, pero nada de eso era cierto, estaba viviendo la realidad y eso es lo que más le costaba creer.
Transitaban por una carretera muy larga con pocas curvas, se dirigían al pueblo natal de ella pero la carretera estaba rodeada de un profundo bosque típico de películas de suspense o terror, estaba tan alterada que le daba igual pasar miedo por todo lo que ha pasado, y lo único que esperaba es que las cosas volvieran a la normalidad, que Alan recordara y que le pudiera explicar todo lo que está pasando pero presiente que esta situación irá para largo y la verdad es que no se equivoca.
Al llegar al pueblo Rose recorrió toda la carretera principal de este y un mar de sentimientos y nostalgia inundo su corazón, había dejado ese pueblo hace mucho tiempo pero aun tenia la casa en la que se crió, parecía que el tiempo se había detenido en el pueblo, todo estaba exactamente igual que cuando ella vivía en él, el mismo supermercado, la misma comisaría, el mismo parque que siempre le faltaba un columpio. Todo estaba igual y los ojos de Rose se le llenaron de lagunas…. Al llegar a la casa Alan se despertó lentamente en el coche y ella le ayudo a levantarse para poder llegar hasta esta. Era una casa maravillosa de madera, muy amplia y hermosa, un gran piano de cola blanco adornaba el centro del salón que era la habitación mas grande de la casa, parecía que fue abandonada sin mas, habían platos en el fregadero, las camas sin hacer, juguetes en las escaleras… . Rose tendió a Alan en el sofá para que pudiera dormir y eso fue lo que intento hacer, pero antes mantuvieron una conversación.
-¿Estás bien? Pregunto Rose
-si... un poco mareado pero estoy bien gracias… por cierto ¿qué ha pasado?-
-¿No recuerdas absolutamente nada?-
-No… bueno si… recuerdo algo pero es muy extraño… recuerdo un sentimiento…
Como si mi alma se llenara de luz… y me hiciera flotar… aparte de eso no recuerdo nada mas…-
-deberías descansar… ha sido una noche muy larga.-
-no!, por favor, dime que ha pasado esta noche cuando salimos del hospital.-
-ahora debes descansar-
Con un suspiro Alan dijo – está bien, intentaré dormir un poco.-
Alan se tendió en el sofá y se acurrucó con una manta que le había dado Rose, estaba muy cansado y había pasado por mucho, sentía que todo su cuerpo le pesaba y unos escalofríos recorriéndole la espalda constantemente. Eran las 4:30 de la mañana y Alan escucho un pequeño golpe que procedía del piso de arriba, lo dejo pasar pensando que a lo mejor fue las ramas de un árbol que chocaron en una ventana pero volvió a oírlo y Alan se levantó del sofá, subió las escaleras y abrió la puerta, lo que se encontró lo desconcertó un poco, vio a Rose en el suelo llorando con un retrato en la mano, Alan entro lentamente por la habitación y se puso al lado de ella, sin pensarlo le puso el brazo encima y la apoyo contra su hombro para que se tranquilizara, Rose empezó a hablar con mucha nostalgia y dijo:
-No he venido a este pueblo, a esta casa desde hace mucho tiempo….Cuando yo tenía 16 años vivía aquí con mis padres y mis hermanos uno mayor con 18 años llamado Alan y una hermana pequeña de 6 añitos llamada Lucy. Todos los días teníamos una hora familiar donde nos reuníamos en el salón y jugábamos a juegos , el ultimo aun está ahí en la mesa, ese puzle medio hecho…, no pudimos terminarlo nunca…, un día mi padre fue a buscar a mi madre al trabajo y de paso recogieron a mi hermanita en el colegio…, en la misma esquina de esta calle apareció un camión y los envistió de lado, el coche volcó y se prendió fuego… mi madre… mi padre… mi hermana… todos murieron ese día… mi hermano mayor se fue a nueva york y yo me fui a vivir con unos familiares hasta que nos llego una carta donde decía que mi hermano había sido asesinado de un tiro en la cabeza… ya nada me quedaba y decidí largarme…-
Rose lloraba mas que nunca, las lagrimas caían de su cara y chocaban contra el cristal del retrato que contenía una foto de su familia en el jardín de la casa…, Rose lo ha pasado verdaderamente mal, ha sentido como su familia desaparecía en un abrir y cerrar de ojos….Tendida en los brazos de Alan miro a su rostro y vio que de él también brotaban lagrimas como si de una fuga se tratase… la historia que le había contado Rose es tan triste que no pudo evitar llorar, Rose alargo las manos y le quitó las lagrimas de su rostro. Pasaron minutos y los dos se quedaron dormidos abrazados, habían pasado mucho ese día y lo que más le convenían es que descansaran un poco.
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