lunes, 4 de julio de 2011

Capitulo I: Encuentro

En algún lugar de Estados Unidos algo insólito acababa de suceder un coche se acercaba por una carretera que conecta la ciudad de un pueblo norteño de Nebraska cuando se topó con un gran cráter, el coche se paró y los faros mostraron el cuerpo desnudo de un chico que no aparentaba más de 20 años. Del coche salió una chica de piernas largar con unas botas que le llegaban hasta mitad de la pierna, de pelo rizado un tanto rojizo y de un rostro bello que daba tranquilidad a la persona que se topara con ella. La chica salió corriendo hacia el cuerpo dentro del cráter que solo la caída de un meteorito podría crear tal cosa en el suelo. La chica se acerca a la cara del chico para comprobar si aún respiraba pero no lo hacía… , la chica puso boca arriba el cuerpo y empezó a hacerle un masaje cardio-respiratorio, lo intentaba una y otra vez y no fue hasta el quinto masaje que el chico despertó, cuando el abrió los ojos la chica dijo:

-¡oye!, ¡oye!, ¿me escuchas?
El chico estaba en estado de shock y no podía contestar pero en un intento de hablar dijo.
-Que… ¿Qué ha pasado?...,¿Quién eres?...
La chica se quedó sorprendida, él tenía una voz muy dulce e inocente….
-¿no recuerdas nada de lo que te ha podido pasar?, dijo la chica
-no…, no recuerdo nada…, me duele mucho la cabeza…, dijo el
-¿Cómo te llamas? ,
- pues…. No lo se…., no se ni si quiera como me llamo… dijo el chico con el rostro a punto de desvelar las lágrimas que aguardaba.
-vamos!, te llevaré a un hospital a que te miren, y por cierto…, me llamo Rose.
Una vez en el hospital, Rose busco un medico de guardia para que examinaran al pobre chico.
El médico de guardia apareció y se llevó al chico que durante el trayecto Rose le puso nombre, Alan, así lo llamó ya que se parecía mucho a su hermano mayor. El medico llevó a Alan a una sala para examinarlo mejor, Rose les seguía pero el medico le dijo que solo podía entrar el.
Ya en la sala el medico empezó a preguntarle como había llegado al hospital y si sabia lo que le había pasado.
-¿no sabes lo que te ha pasado?, Dijo el médico.
-no… no lo se…, solo recuerdo que desperté en aquella carretera y ver el rostro de Rose, dijo Alan.
-¿entonces no recuerdas nada de lo pasado?, ni siquiera cómo te llamas? Dijo el médico.
-no… pero Rose me puso un nombre mientras veníamos…. Me llamó Alan…. Según ella es por su hermano mayor ya que tengo un cierto parecido.
-vaya… quien iba a decir que tú una ficha tan importante iba a olvidarlo todo, jajaja, pobrecito "Caliel"…. Pobrecito…, dijo el médico.
¿Caliel?... Caliel… me suena ese nombre..., pensó Alan.
-¡¿Quién eres tú?!, añadió
En la sala se despertó una especie de aura oscura, como si la habitación entera se entornara de una oscuridad inmensa que llegaba hasta lo mas profundo del corazón de Alan.
-soy el que te matara´… el que debe matarte…y tu morirás, así el dios de la oscuridad se hará con el control del cielo y de todos los mundos, ya que tu eres el único plumas blancas que queda en libertad y el único que tiene la llave hacia Dios.
-pero, ¡¿de que estas hablando?!, dijo Alan mientras corría hacia la puerta, pero el medico se interpuso entre él y la salida.
Rose estaba en la sala de espera, pero algo le decía que Alan no estaba bien con ese médico, cuando le miró hubo algo en sus ojos que su corazón dejo de latir por unos segundos. Rose inquieta decidió entrar en la sala, cuando abrió la puerta Alan cayo encima de ella, Alan en décimas de segundo se levantó y congió del brazo a rose y le dijo que corriera, Rose no sabía lo que pasaba pero se levantó rápidamente y decidió ir con el. El médico se quedó en la sala desvaneciéndose poco a poco mientras decía.:
-Nos volveremos a ver Caliel y te matare con mis propias manos…no lo olvides... sucio plumas blancas...-
El médico desapareció por completo y la oscuridad que había invadido la sala había desaparecido junto a él.
Rose y Alan Cogieron el coche, Rose miraba a Alan con la mirada perdida , ella no sabía nada de lo que había pasado pero menos sabia Alan que estaba a punto de desmallarse por culpa del shock del momento.
Rose desesperada, salio del parkin del hospital y fue en dirección al pueblo, estaba asustada, con miedo, aterrorizada, solo pensaba en que debían salir de ahí lo antes posible, cuando estuvo en el ultimo cruce para llegar a la carretera principal algo muy extraño paso, de repente el tiempo se paró y delante del coche apareció una persona vestida con una túnica negra con una capucha que no dejaba que la luz mostrase su rostro. Lentamente se acercaba al coche mientras recitaba un canto en latín y el coche se envolvió de una niebla negra que empezó a desintegrarlo, Rose desesperaba intentó despertar a Alan, pero no lo conseguía, poco a poco la niebla iba acercándose mas a la cabina y Rose estaba totalmente aterrorizada hasta el punto que empezó a llorar. una lagrima bajo desde sus profundos y bellos ojos pasando por su cálida mejilla y llegando al mentón cayendo en el rostro del joven que despertó y abrió unos ojos que no parecían humanos , eran totalmente blancos, salió del coche y empezó a recitar un canto en latín mientras que poco a poco levitaba haciendo que la niebla dejara de avanzar totalmente y haciendo que la misteriosa persona con la túnica desapareciese... parecía que Alan estaba en un estado de éxtasis ,cuando el hombre misterioso desapareció Alan se desplomo y Rose corrió a ayudarle, pero Alan se había desmayado nuevamente,de repente, mientras Rose intentaba reanimarlo una pluma blanca se poso en sus manos.
Fin del primer capitulo.
Capitulo II : Recuerdos
Rose puso el cuerpo inmóvil de Alan en la parte de atrás del coche y se dispuso a ir al sitio donde tenían planeado ir, estaba siendo una noche muy larga, habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo y lo peor de todo es que no le encontraba un sentido lógico a todo lo ocurrido. Ella creía que se estaba volviendo loca o que simplemente estaba sufriendo una especie de pesadilla de la cual no se podía despertar, pero nada de eso era cierto, estaba viviendo la realidad y eso es lo que más le costaba creer.
Transitaban por una carretera muy larga con pocas curvas,  se dirigían al pueblo natal de ella pero  la carretera estaba rodeada de un profundo bosque típico de películas de suspense o terror, estaba tan alterada que le daba igual pasar miedo por todo lo que ha pasado, y lo único que esperaba es que las cosas volvieran a la normalidad, que Alan recordara y que le pudiera explicar todo lo que está pasando pero presiente que esta situación irá para largo y la verdad es que no se equivoca.
Al llegar al pueblo Rose recorrió toda la carretera principal de este y un mar de sentimientos y nostalgia inundo su corazón, había dejado ese pueblo hace mucho tiempo pero aun tenia la casa en la que se crió, parecía que el tiempo se había detenido en el pueblo, todo estaba exactamente igual que cuando ella vivía en él, el mismo supermercado, la misma comisaría, el mismo parque que siempre le faltaba un columpio. Todo estaba igual y los ojos de Rose se le llenaron de lagunas…. Al llegar a la casa Alan se despertó lentamente en el coche y ella le ayudo a levantarse para poder llegar hasta esta. Era una casa maravillosa de madera, muy amplia y hermosa, un gran piano de cola blanco adornaba el centro del salón que era la habitación mas grande de la casa, parecía que fue abandonada sin mas, habían platos en el fregadero, las camas sin hacer, juguetes en las escaleras… . Rose tendió a Alan en el sofá para que pudiera dormir y eso fue lo que intento hacer, pero antes mantuvieron una conversación.
                           -¿Estás bien?  Pregunto Rose
  -si... un poco mareado pero estoy bien gracias… por cierto ¿qué ha pasado?-
-¿No recuerdas absolutamente nada?-
-No… bueno si… recuerdo algo pero es muy extraño… recuerdo un sentimiento…
Como si mi alma se llenara de luz… y me hiciera flotar… aparte de eso no recuerdo nada mas…-
-deberías descansar… ha sido una noche muy larga.-
-no!, por favor, dime que ha pasado esta noche cuando salimos del hospital.-
-ahora debes descansar-
Con un suspiro Alan dijo – está bien, intentaré dormir un poco.-

Alan se tendió en el sofá y se acurrucó con una manta que le había dado Rose, estaba muy cansado y había pasado por mucho, sentía que todo su cuerpo le pesaba y unos escalofríos recorriéndole la espalda constantemente. Eran las  4:30 de la mañana y Alan escucho un pequeño golpe que procedía del piso de arriba, lo dejo pasar pensando que a lo mejor fue las ramas de un árbol que chocaron en una ventana pero volvió a oírlo  y Alan se levantó del sofá, subió las escaleras y abrió la puerta, lo que se encontró lo desconcertó un poco, vio a Rose en el suelo llorando con un retrato en la mano, Alan entro lentamente por la habitación y se puso al lado de ella, sin pensarlo le  puso el brazo encima y la apoyo contra su hombro para que se tranquilizara, Rose empezó a hablar con mucha nostalgia y dijo: 

-No he venido a este pueblo, a esta casa desde hace mucho tiempo….Cuando yo tenía 16 años vivía aquí con mis padres y mis hermanos uno mayor con 18 años llamado Alan y una hermana pequeña de 6 añitos llamada Lucy. Todos los días teníamos una hora familiar donde nos reuníamos en el salón y jugábamos a juegos , el ultimo aun está ahí en la mesa, ese puzle medio hecho…, no pudimos terminarlo nunca…, un día mi padre fue a buscar a mi madre al trabajo y de paso recogieron a mi hermanita en el colegio…, en la misma esquina de esta calle apareció un camión y los envistió de lado, el coche volcó y se prendió  fuego… mi madre… mi padre… mi hermana… todos murieron ese día… mi hermano mayor se fue a nueva york y yo me fui a vivir con unos familiares hasta que nos llego una carta donde decía que mi hermano había sido asesinado de un tiro en la cabeza… ya nada me quedaba y decidí largarme…-
Rose lloraba mas que nunca, las lagrimas caían de su cara y chocaban contra el cristal del retrato que contenía una foto de su familia en el jardín de la casa…, Rose lo ha pasado verdaderamente mal, ha sentido  como su familia desaparecía en un abrir y cerrar de ojos….Tendida en los brazos de Alan miro a su rostro y vio que de él también brotaban lagrimas como si de una fuga se tratase… la historia que le había contado Rose es tan triste que no pudo evitar llorar, Rose alargo las manos y le quitó las lagrimas de su rostro. Pasaron minutos y los dos se quedaron dormidos abrazados, habían pasado mucho ese día y lo que más le convenían es que descansaran un poco.

sábado, 25 de junio de 2011

Capitulo III: una larga mañana

Rose y Alan estaban durmiendo juntos hasta que en mitad de la noche se desató una gran tormenta, un trueno sonó y  despertó a Rose, se levanto de un salto pero se dio cuenta de que se trataba de un trueno solamente, dirigió su mirada hacia Alan y descubrió que el todavía seguía dormido, pero sus labios se movían como si estuviera hablando, Rose acercó su oído a su boca a ver si escuchaba algo, en efecto Alan estaba hablando, pero Rose no lo entendía,  volvía a hablar en ese extraño lenguaje como  hace unas horas en frente de aquel hombre misterioso que desapareció sin dejar rastro, el corazón de Rose le dio una fuerte pulsada al recordar el suceso, Alan de repente dejó de hablar y Rose le miro y se dio cuenta de que se había despertado.

-¿Qué pasa?- dijo Alan extrañado.
-Nada, solo es una tormenta- dijo Rose disimulando.
-¡¡Mierda!! Dejé la ventana del salón abierta, tengo que cerrarla si no la lluvia entrará-, añadió
 Rose encendió las luces y bajo corriendo las escaleras, fue al salón y cerro la ventana, en el reflejo del cristal vio a Alan, se giro y vio que se sentaba en el sofá con una manta en los hombros.

-No me gustan las tormentas- dijo Alan
-A mí tampoco me gustan, pero es lo que hay y bueno al bosque no le viene mal un poquito de lluvia- dijo Rose con una cara alegre.
De repente las luces se apagaron y Rose se sobresaltó y abrazó a Alan un poco asustada, la seguridad que intentaba demostrar se había desmoronado completamente y en el fondo se avergonzaba.

-Tranquila, seguramente se ha ido por la tormenta, tu deberías saberlo ya que has vivido aquí- dijo Alan
-Pues sí, ahora que lo dices pasa siempre que hace este tiempo, no me acordaba jeje… - dijo con una voz temblorosa.
-¿tienes velas?. Pregunto Alan
-Si-
Rose se levanto y abrió el cajo debajo de la tele donde estaban las velas y un mechero para casos de emergencias,  una artimaña que había ideado el padre en casos como el que estaba ocurriendo.

   -Mucho mejor ahora- dijo Alan al ver que las velas daban luz suficiente.
-Sí, mucho mejor- dijo Rose
Se pasaron toda la noche hablando y riendo a la luz de las velas  pero llego un punto en que los dos cayeron dormidos a causa del cansancio.

Otro día más comenzaba, el sol salía por las montañas y alumbraba el bosque dando un bonito tono verde al crepúsculo de la mañana, los pajaritos empezaban a entonar sus alegres canciones como cada mañana, la gente se levantaba y van a trabajar, el dependiente del supermercado abriendo las puertas del establecimiento, una preciosa mañana que prometía un día majestuoso.

La luz empezaba a entrar por la ventana de la habitación de Rose haciendo que se iluminara  poco a poco. Rose abrió los ojos poco a poco y miro hacia su lado, se encontró con el rostro de Alan que aun dormía, <<tiene que estar my cansado, pobre…>> pensó Rose, poco a poco se levanto sin hacer ningún ruido para levantar al muchacho que durmió a su lado toda la noche.

Bajó las escaleras de la casa y fue directa a la cocina, allí se hizo un café para despejarse totalmente. Mientras se lo tomaba el chico del periódico dejo el boletín diario por la mañana ya que se percato de que la casa estaba siendo habitada porque habían dejado algunas ventanas abiertas. Rose recogió el periódico  del  porche y lo llevó dentro de la casa, se sentó en  la cocina mientras tomaba el café y lo leía tranquilamente. Cuando ya terminó dejo la taza en el fregadero y subió las escaleras  y se metió en el baño, se disponía a ducharse. Cogió una toalla y se desvistió, primero se quito las botas que le llegaban casi hasta la rodilla, luego se quitó su camisa blanca de botones y el pantalón vaquero que tiene seguido de la ropa interior, se metió en la ducha y el agua empezó a caer y  cada gota empezó a recorrer todo su cuerpo. Mientras tanto Alan estaba en la habitación y empezaba a despertarse, abrió los ojos lentamente y se levanto, vio que Rose no estaba junto a él así que dedujo que se había levantado antes que él, bajo las escaleras y fue hacia la cocina allí vio que había café recién hecho y se puso un poco en una taza, se sentó y se puso a ver el periódico mientras bebía su taza de café, subió las escaleras y se dispuso a ir al baño, el no sabía que Rose estaba tomándose una ducha , abrió la puerta y vio la silueta de Rose detrás de las cortinas, vio como sus manos recorrían su piel y como le caía el agua, de repente le empezó a sangrar la nariz y todo eso en unos 5 segundos pero para él fue muchísimo más tiempo, Rose se percató de que habían abierto la puerta y asomó su cabeza:
-Perdón no sabía que estabas en el baño!-dijo Alan muy apurado
-Tranquilo no te pongas así, no pasa nada pero para la próxima toca la puerta   antes de entrar-  dijo Rose con una sonrisa picara y vergonzosa.
-Lo siento… pero, necesito el baño…-dijo Alan
- jajaja alcánzame esa camisa que está ahí y el culot que esta junto a ella- dijo Rose con una sonrisa vergonzosa.
-va… va… vale… aquí tienes…- Alan estaba en el mismo estado que Rose o peor hasta sus manos temblaban cuando le fue a entregar lo que le había pedido.
-gracias…- dijo Rose.
Rose alargó el brazo y cogió lo que le había dicho mientras que con la otra juntaba la cortina contra su cuerpo para que no se le viera nada pero como estaba mojada se le pegaba a la piel y descubría su silueta, se puso la camisa y el culot, la camisa le llegaba hasta el muslo tapando las zonas más intima de ella, pero la camisa le formaba un escote donde se veía las gotas de agua aun es su cuerpo, Alan se volteó hasta que salió del baño.
Más tarde  cuando Rose ya estaba en el salón vestida llamó a Alan y le pregunto que si quería ir al lugar donde lo encontró por si conseguía recordar cómo había llegado ahí o si veían alguna pista para poder destapar todo este misterio que envuelve al chico. Alan dijo que si y se dispusieron a coger el coche para dirigirse al punto donde se encontraron por primera vez.